El miedo nos detiene

Recientemente tuve la experiencia de viajar hacia el estado de Denver CO. Este viaje fue toda
una aventura de inicio a fin.
Al llegar a Denver fuimos impactados por su hermosura. En un lugar lleno de montañas
cubiertas de nieve y de belleza impresionante estuvimos de acuerdo que el viaje sería
inolvidable por lo que decidimos cumplir uno de nuestros sueños el cual era esquiar en la
nieve.
El 14 de febrero fuimos hacia las montañas de Keystone de 12,000 pies de altura.Llegamos al
lugar muy emocionados con todo el equipo para hacer el deporte de snowboarding y skii.
Exploramos el lugar y nos dirigimos directamente al área de práctica ya que sería nuestra
primera vez.Después de practicar y dominar las tablas decidimos subir a la primera montaña.
Estando ya en la parte de arriba de la montaña podía ver como todos se veían tan
profesionales y se lanzaban. Inmediatamente me sentí intimidada. Mis compañeros,
incluyendo mi esposo, se atrevieron a lanzarse montaña abajo. Era muy divertido verlos como
se lanzaban se caían y seguían la aventura. Volvían y subían la montaña varias veces
mientras que yo solo permanecía y los observaba.
Me ponía en pie y decía ahora es pero sentía miedo y me sentaba nuevamente. Estuve
alrededor de una hora o un poco más. Mientras mis amigos y mi esposo se divertían yo solo
me quedaba estática.
En ese momento sentí como Dios hablaba a mi corazón y me decía, cuántas veces en tu vida
no te ha sucedido esto mismo, ya preparada, ya capacitada permites que el miedo te detenga
y no procedes. La inseguridad te invade, el miedo te hace pensar que no estas preparada, que
no lo puedes hacer y simplemente tu le crees.
¿Pero acaso no es por medio de mí que lograras todas las cosas que para ti parece
imposible?. ¿Acaso no soy yo quien te capacita, quien te ha preparado? ¿Porque dependes de
tus capacidades? ¿Dónde está tu fe?
En ese momento, decidí ponerme en pie y me lance. ¿Me caí? Sí, muchas veces pero me
levanté y lo volví a intentar. Una vez lo logré no quería parar de hacerlo y lo mejor de todo es
que lo disfruté.
En Marcos 4:35-41 nos cuenta la siguiente historia:
35 Ese día al anochecer, Jesus les dijo a sus discípulos: —Crucemos al otro lado.
36 Dejaron a la multitud y se fueron con él en la barca donde estaba. También lo acompañaban
otras barcas.
37 Se desató entonces una fuerte tormenta, y las olas azotaban la barca, tanto que ya
comenzaba a inundarse.
38 Jesús, mientras tanto, estaba en la popa, durmiendo sobre un cabezal, así que los
discípulos lo despertaron.

—¡Maestro! —gritaron—, ¿no te importa que nos ahoguemos? 39 Él se levantó, reprendió al viento y ordenó al mar: —¡Silencio! ¡Cálmate! El viento se calmó y todo quedó completamente tranquilo.

40 —¿Por qué tienen tanto miedo? —dijo a sus discípulos—. ¿Todavía no tienen fe?

41 Ellos estaban espantados y se decían unos a otros: —¿Quién es éste, que hasta el viento y el mar le obedecen? Así como los discípulos fueron paralizados por el miedo en medio de la tempestad, también somos paralizados cuando estamos bajo el miedo y dejamos que este domine nuestras emociones , nos bloqueamos , no nos movemos y es entonces cuando falta la fe.

Jesús le preguntó en el versículo 40 ¿Todavía no tienen fe?.Ellos tenían fe y sabían que él era el hijo de Dios pero en ese instante el miedo se había apoderado de ellos y les falló la fe.

Hoy, El Señor nos recuerda a través de su palabra Isaías 41:10: No tengas miedo, pues yo estoy contigo, No temas pues yo soy tu Dios, yo te doy fuerzas, yo te ayudo y yo te sostengo con mi mano victoriosa.

El miedo es una herramienta del enemigo para detenernos,para tomar control de nosotros y no llevar a cabo el plan de Dios en nuestras vidas.

En Romanos 8:14 nos explica que el espíritu de miedo no tan solo nos detiene sino que nos esclaviza por lo que no debemos permitir que el miedo tome control de nuestra y debemos vivir en fe como hijos de Dios en libertad.

Te hago la pregunta: ¿En quién está depositando tu fe? ¿En ti? ¿En tus capacidades? ¿En tu intelecto? Nuestra confianza debe estar en Jesús y no en nosotros mismos.

Te hago la invitación a entregarle hoy todos tus miedos a Dios para que puedas ser libre y camina en Fe, No te detengas.

Te prometo que verás su Gloria.

Escrito por: Michelle Lugo