Mamá, eres un regalo de Dios para tus hijos.

Mamá, eres un regalo de Dios para tus hijos

El escrito de hoy es dedicado a todas las Madres que día tras día manifiestan el amor de Dios a través del cuidado y su amor para con sus hijos.

Hace un tiempo tuve una experiencia espiritual que marco mi vida. Esto ocurrió en el año de la pandemia 2020. Nuestras vidas habían cambiado drásticamente ya que debido a la pandemia debíamos estar aislados en nuestros hogares. Como todos saben fue un tiempo muy difícil.

En mi caso fue muy agotador trabajar desde mi hogar, los niños tenían clases virtuales, y en adición como líder de jóvenes mi esposo y yo realizábamos reuniones virtuales con los jóvenes para mantener activo el ministerio. Entre tantas responsabilidades fueron días muy abrumadores.

Recuerdo que un día le pedí al Señor por medio de la oración que me visitara. Necesitaba una visita de su parte y en medio de esa visita quería que el Señor me abrazara. No soportaba todo el peso que había en mis hombros. Principalmente como madre necesitaba sentir que Dios cuidaba de nosotros.

Pasaron los días y no sucedía nada. Paso un mes y olvidé completamente que había hecho esa petición al Señor.

Una noche, cuando menos lo esperé, el Espíritu Santo me levantó. Me dio unas instrucciones para que intercediera por mis pastores y mientras yo oraba por ellos el Espíritu Santo me decía que lo hiciera con mucha fuerza. Mientras intercedía por mis pastores mi oración se tornaba cada más fuerte y con mucha intensidad.

Cuando terminé la oración me sentía sumamente agotada y sentí que estaba a punto de desmayar, pero inmediatamente pude sentir como unos brazos grandes y fuertes me tomaron y me abrazaron. El Señor me abrazaba y mientras lo hacia mi espíritu, mi alma y mi cuerpo se fortalecían. Las palabras que utilizo para describir su abrazo son Purificador y Libertador. Sentía como podía descansar en sus brazos y mis cargas dejaban de tener algún peso en mí.

Como madres tenemos una gran responsabilidad de guiar nuestros hijos en sabiduría para llevarlos a Cristo. Modelándole la Fe y su carácter en todo lo que hacemos. En adición a este gran trabajo como madres también tenemos la responsabilidad de cuidar nuestro matrimonio, de cuidar nuestro hogar, de trabajos seculares, ministerios y proyectos personales. Hay muchísimo peso en nuestros hombros y muchas veces sentimos que lo que hacemos no está rindiendo frutos. Incluso sentimos que perdemos las fuerzas para continuar con nuestra labor.

Hoy quiero recordarte que tus hijos están en las manos del Señor. En Isaías 54:13 nos dice lo siguiente: Y todos tus hijos serán enseñados por Jehová; y se multiplicara la paz de tus hijos. Dios será su proveedor, En Salmo 37:25 nos dice: Yo fui joven y ya soy viejo y no he visto al justo desamparado, ni su descendencia mendigando pan. Dios peleara por ellos, en Isaías 49:25 nos dice: Pero el Señor dice: Los cautivos de los guerreros serán puestos en libertad, y se recuperara el botín de los tiranos. Pues yo peleare contra quienes peleen contigo y salvare a tus hijos.

En Santiago 5:16 dice: La oración ferviente de una persona justa tiene mucho poder y da resultados maravillosos. ¿Quieres ver manifestado el poder de Dios en la vida de tus hijos? El requisito es vivir una vida justa delante del Señor.

Podemos confiar como el Salmista que Dios escucha nuestra oración, en el Salmo 55:17 dice: Mañana tarde y noche clamo en medio de mi angustia y el Señor oye mi voz.

Debemos creer sin que tengamos duda porque su palabra en Marcos 1:37 dice: Pues la palabra de Dios nunca dejara de cumplirse. Recordando siempre las palabras de Jesús que le expreso a sus discípulos en Marcos 9:23¿Como que si puedo? Todo es posible al que cree.

Ser madre no es una tarea fácil, pero Dios nos promete que de la mano de Él y guiadas por su palabra es una de las experiencias más extraordinarias que vamos a experimentar.

En el Salmo 127 nos dice que los hijos son herencia de Jehová. Son un regalo del Señor, fruto de nuestro vientre. Disfruta el milagro más hermoso que Dios te ha dado, tu herencia, tu generación.

Feliz día de las Madres, que hoy tus fuerzas sean renovadas que continues tu labor declarando las promesas de Dios para tus hijos.

Con mucho amor, Michelle Lugo